top of page

Kansas City Bilingüe
Publicación en inglés y español

Editorial

¿Cuál es tu vicio?

La palabra vicio proviene del latín vitium que significa “falla o defecto” y en este sentido no es de extrañar que todos tengamos alguno, pues no somos perfectos.

En un concepto amplio podemos decir que un vicio “es un mal hábito que puede causar daño físico o molestia a quien lo tiene o a otras personas”. 

Por supuesto hay de vicios a vicios, pues no podemos comparar el alcoholismo o el tabaquismo con quien tiene el vicio de ver películas todos los días o el de comer chocolates.

Probablemente la mayoría de los vicios se generan involuntariamente al encontrar un gusto especial o desmedido por algo que lleva a consumirlo o hacerlo frecuentemente hasta caer en el exceso. Y al ser esto un proceso lento y paulatino es ciertamente difícil darse cuenta que estamos cayendo en él. Desgraciadamente, al ser un exceso, la mayoría de los vicios son dañinos y salir de ellos es muy complicado. Para quienes lo hemos intentado, el dejar aún los vicios “pequeños” como tomar sodas todos los días no es fácil, el salir de vicios mayores requiere de mucha fuerza y a veces la ayuda de terapia o medicina. 

Como en muchas otras cosas el primer paso para eliminar un vicio es reconocer que lo tenemos y aceptar que el dejarlo es por nuestro bien o el de nuestra relación.

A continuación una lista de los vicios más reconocidos:

Apatía, Arrogancia, Avaricia, Cobardía, Corrupción, Crueldad, Egocentrismo, Egoísmo, Gula, Ignorancia, Indiferencia, Infidelidad, Intolerancia, Lujuria, Misantropía, Negligencia, Pereza, Vanidad.

Si tú tienes alguno (o algunos de ellos), no esperes hasta fin de año para hacerte el propósito de eliminarlos de tu vida.

¿Eres religioso o espiritual?

El concepto de religión proviene del termino latino religio y se refiere al credo y a los conocimientos dogmáticos sobre una entidad divina. Por lo tanto “la religión implica un vínculo entre el hombre y Dios, con lo cual la persona regirá su comportamiento de acuerdo a ciertas reglas y participará en determinados ritos”.

Por otra parte espiritualidad está formada por los vocablos spiritus (alma), alis (relativo a) y dad (cualidad), o sea que es una “cualidad relativa al alma”. Se refiere a “una disposición moral, psíquica o cultural que posee quien tiende a investigar y desarrollar las características del espíritu”.

La gran mayoría de las personas del mundo caemos en alguna de estas definiciones. O sea que de una u otra manera creemos que existe un alma o espíritu y que es parte de nuestra vida. Y esta creencia determina nuestro comportamiento y la manera como interactuamos con la naturaleza y la sociedad. 

El mismo papa Francisco dijo: “No es necesario creer en Dios para ser una buena persona. En cierta forma, la idea tradicional de Dios no está actualizada. Uno puede ser espiritual pero no religioso. No es necesario ir a la iglesia y dar dinero. Para muchos, la naturaleza puede ser la iglesia. Algunas de las mejores personas en la historia no creían en Dios, mientras que muchos de los peores actos se hicieron en su nombre”.

Resulta un tanto extraño que el líder de una de las religiones más grandes del  mundo diga que no es necesario ir a la iglesia ni dar dinero, pero eso demuestra que su principal interés es recordarnos que tenemos un espíritu y debemos alimentarlo con cosas buenas.  

Si bien es cierto que la manera como llevemos cualquier creencia, es totalmente personal y depende de muchos factores culturales y familiares, es importante recordar que vivimos en sociedad y que si todos actuamos bien y no molestamos a los demás,(independientemente de que creamos que eso nos llevara o no al cielo),  todos viviremos mejor. 

Las olimpiadas modernas

Concluyeron los juegos olímpicos de Río de Janeiro y con ello se disipa uno de los mayores temores: los ataques terroristas a los atletas. Y es que las olimpiadas modernas se han convertido en una vitrina para que todo el mundo vea, no sólo a los atletas, sino también las situaciones políticas y económicas que los rodean.

Aún desde antes de su inicio las olimpiadas siempre son controversiales: que sí hay sobornos para elegir una sede, que sí el país anfitrión no está preparado para dar seguridad para la realización de los juegos, que sí la inversión es mayor que la ganancia, que sí hay cosas más importantes en que invertir para el bien del país o la ciudad sede, etc. 

Por otra parte, en lo que respecta a lo meramente deportivo, sucede lo lógico, los países que más medallas ganan son las naciones más industrializadas y las que más atletas envían. (En el caso de Río 2016 los 20 países con más medallas, enviaron 5,800 de los 11,550 que participaron, casi 50% del total).

Por supuesto que no se puede culpar a los países ricos de tener buenos programas deportivos, instalaciones modernas y completas, alimentación adecuada, etc. Pero siempre quedará la duda de cómo serían las cosas si todos los atletas se prepararan en igualdad de condiciones. El caso de los países de América Latina es un ejemplo muy claro de esta situación donde, además de la pobreza, todavía predomina la corrupción, el favoritismo y desfachatez de los dirigentes en cuanto al manejo de los presupuestos gubernamentales para el deporte. 

Estas situaciones extradeportivas no le quitan ningún mérito a los atletas de todos los países, que se preparan por años para participar en las diferentes categorías.

Nuestro respeto y admiración a todos ellos, pero sobre todo a aquellos que con muy poco apoyo hacen un gran esfuerzo personal que los lleva al triunfo.

¡¡¡Felicitaciones a todos ellos!!!

Special Sections
Previous Editions
buy sell find advertise discount sales kansas city
bottom of page