¡Y sigue el maratón alimenticio!
Ya sabemos que las celebraciones y pretextos para comer no terminan, así que a prepararnos para compartir en familia los famosos tamales este Día de la Candelaria, que viene después de la Rosca de Reyes.
Recuerde que los tamales no vienen solos, porque la mayoría de las veces los acompañamos con atole o champurrado.
Lo malo no es comer, lo malo es comer en cantidades excesivas y hacer combinaciones no adecuadas como masa (del tamal) más masa (en el atole). Y lo que es peor aún, algunas personas de ciertas zonas de México acostumbran comer el tamal dentro de un bolillo (pan blanco); es decir, una torta de tamal.
Entonces, a esa gran cantidad de masa que proviene del tamal y el atole, le sumamos harina que viene del pan blanco, esto es igual a exceso total de carbohidratos en el organismo.
Esta simple suma de ingredientes están basados en una pieza, y lo malo es que cuando celebramos no nos conformamos con comer sólo un tamal o una taza de atole, mínimo son dos en esa ocasión; y algunas veces la gente repite la cantidad dos veces al día.
Es ahí cuando el consumo se nos convierte en un exceso y nos afecta la salud.
No dejemos a un lado nuestras tradiciones, sólo tengamos cuidado de qué forma las utilizamos.
Ésta es una recomendación de las Promotoras de Salud Comunitaria de El Centro Inc. 913-677-0100.
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