Empezando bien el día
La mejor manera de iniciar tu día es que al despertar tengas buenos propósitos. Inicia tu día con un agradecimiento, estírate y piensa cosas positivas. Por ejemplo, si tú eres ama de casa quizá te puedes motivar al preparar una nueva receta saludable; pero si trabajas y tienes un horario para almorzar, llévate tus tenis y sal a caminar unos minutos, eso te dará una energía diferente para finalizar el día.
Sin importar lo que tengas pendiente por hacer este día, piensa que puedes disfrutarlo. ¿Tienes mucho trabajo? Entonces motívate para la hora del lunch, prepara tus alimentos el día anterior y no te quedes con hambre, cómprate unos refractarios que te gusten y ponlos en una mochila o bolsa de comida que tenga tus colores preferidos, prepárate agua de frutas frescas y disfruta tus alimentos. Siempre es posible ver las cosas desde el ángulo de la felicidad. Recuerda que todo lo que tú haces y las decisiones que tomas tienen una consecuencia.
Si estas intentando hacer cambios en tu vida, te recomendamos que inicies con la alimentación. No te saltes los horarios de comida (que deben ser tres) y disfruta tus snacks (que deben de ser dos) y toma por lo menos 5 vasos de agua cada día.
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