Monumentos Históricos
No cabe duda que el incendio que quemó la catedral francesa de Notre Dame es una gran tragedia. Incluso varios de nosotros que nunca hemos ido a Francia (o a Europa) hemos oído y probablemente reconoceríamos el monumento icónico.
Ya sean jóvenes o viejos, al menos es probable que recuerden “El Jorobado de Notre Dame”, y eso es porque la historia ha sido representada por Disney y muchos otros a lo largo de los años (recuerden que la historia original fue escrita por Víctor Hugo en 1831).
Pero en vez de lamentar el incidente que ocurrió este pasado 15 de abril, tomemos un ángulo más positivo (e interesante) al considerar un experimento filosófico.
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Existe un experimento mental de la filosofía que se llama “La Paradoja de Teseo”. En breve dice así: Teseo tenía un gran y poderoso barco, el cual a veces reparaba para mantenerlo en condiciones perfectas. Imaginemos que alguien cercano a él decidió guardar cada parte vieja o “recuerdo” que se quitaba (así como a muchos nos pasa con las madres hispanas). Ahora, ¿qué pasaría si después de un tiempo, cada pieza ha sido remplazada y usamos las partes viejas para construir un barco nuevo? Es decir, tendríamos el barco original que ha sido reparado progresivamente, pero también tendríamos otro que fue construido con las partes originales. ¿Cuál de los dos es el “verdadero” barco original, el que tiene las partes originales o el que fue considerado continuamente el original?
Este experimento se utiliza para pensar en la “identidad” y también se aplica a los seres humanos. Todas las células que teníamos cuando éramos más jóvenes han muerto ya hace mucho tiempo; y muchos de los pensamientos y recuerdos que solíamos tener, han sido reemplazados por otros. Así que es interesante considerar “¿qué te hace ser tú, si se reemplazan todas tus partes?”
Por supuesto, es más difícil (e interesante) cuando se trata de seres humanos; pero en el mismo espíritu de “identidad”, tal vez podamos ver el fuego en Notre Dame como una oportunidad para agregar otra capa de historia al monumento icónico. Ésta no es la primera vez que el edificio ha sido renovado (de hecho, estaba siendo renovando antes del incendio), y ciertamente no será la última, si queremos que la catedral dure más siglos.
Entonces, de la misma manera en que los sufrimientos y las decepciones nos dan la oportunidad de mejorar, quizá podamos considerar este incendio como una oportunidad para que la catedral de Notre Dame se vuelva más fuerte y más duradera.