Atrevida obra con una sola artista sobre Frida Kahlo
- Eduardo Alvarado
- 18 abr 2019
- 3 Min. de lectura
La estrella de los escenarios de Kansas City, Vanessa Severo, ha demostrado que tiene las agallas y la energía para interpretar a varios personajes en la producción de estreno mundial de su obra con una única mujer, “Frida... Un autorretrato”. Aprovechando su virtuosismo multifacético, ella le da vida elegantemente a la artista latina, sobreviviente de polio y esposa: Frida Kahlo. La obra de un acto y de varios episodios abre el 19 de abril y se extiende en el repertorio hasta el 19 de mayo en el escenario Copaken del Kansas City Repertory Theatre, en el centro de la ciudad.
“Era alguien que intentaba vivir su vida de la manera más auténtica posible. Espero que la esté haciendo orgullosa”, dice Vanessa.
La ágil actriz, bailarina, coreógrafa, directora y dramaturga utiliza su fluidez artística y su imaginación. El artista mexicano, Diego Rivera es uno de los múltiples papeles que desempeña Vanessa en Frida. Ella coreografió piezas de movimiento con música para circunstancias que le resultaban difíciles de expresar. Hay un “ballet de ensueño” que diseñó como un mecanismo para mostrar la tremenda incomodidad de los corsés que llevaba Frida a diario, como consecuencia de lesiones graves y duraderas que sufrió en un accidente de tranvía a los 18 años y muchas cirugías espinales posteriores.
“Hay partes que son impresionantes y algunas honestas, feas y sinceras”, indica sobre el bosquejo coreográfico. “Es una parte de la vida de Frida que fue muy dolorosa que no quería contarle a la gente”.
Frida... Un autorretrato es una versión realista, auténtica y más poderosa de la obra que creó y realizó en 2014 en el Living Room Theatre.
“Es una historia completamente diferente. Ahora, ustedes van a recibir una Frida realmente desarrollada, viviendo y respirando”.
Mientras revisaba la obra, que había basado en lo que había leído sobre Kahlo, Vanessa visitó la casa de la artista en México. La decisión de utilizar el movimiento para transmitir momentos dramáticos la llevó a Canadá, donde estudió el método de Tadashi Suzuki para actuar, con el director de escena japonés de fama mundial. Esa experiencia le dio el conocimiento y la confianza para agregar un movimiento intenso a Frida con gran efecto.
“Los recorridos han sido emocionantes. Estoy descubriendo que el movimiento es la parte más efectiva de la obra”.

La obra de 75 minutos, que cubre la vida de Kahlo desde los seis hasta los 46 años, se divide en episodios, cada uno mostrando un período diferente en la vida de la artista. Cuando Vanessa interpreta a otros personajes, utiliza ademanes para indicar un cambio de rol, altera su voz y cambia el vestuario en el escenario.
Las creaciones hechas a la medida diseñadas por Katherine Davis, una estudiante graduada de la Universidad de Missouri—Kansas City son perfectas para Vanessa. La primera vez que se probó un vestuario la conmovió hasta las lágrimas.
“No tenía palabras, era tan hermoso. Katherine hizo un trabajo fenomenal; puso su corazón y su alma en ello”.
Un show de corto plazo en 2013 convirtió a Vanessa en Kahlo por quien ella tiene una afinidad natural. Posó como la artista célebre durante la exhibición de su trabajo en el Museo de Arte Nelson-Atkins en ese año; y quedó sorprendida por la reacción de los visitantes.
“Hubo una reverencia al respecto, casi religiosa. Me di cuenta de que esta persona era más que un ícono, y comencé a descubrir más sobre ella”.
Los asistentes al teatro han visto el trabajo de Vanessa en el KC Rep y varios otros teatros. En junio, abrirá en The Revolutionist en el Unicorn.
Vanessa tiene grandes esperanzas en Frida, incluyendo una corrida de 10 días en el KC Rep alrededor del Día de los Muertos y escenificaciones en teatros de otras ciudades.
Ella concluye: “Espero que (el público) encuentre algún tejido conectivo con esta mujer que se vincule con sus propias vidas, que los haga sentir vistos, comprendidos y validados”.