Oiga compadre… regañado (21 febrero 2019)
- Eduardo Alvarado
- 21 feb 2019
- 1 Min. de lectura
…trae cara de cansado, ¿camino mucho?
_’Nomás fueron 25 cuadras.
_¿’Nomás? ¿por qué no tomó el camión? _Es que me gusta hacer ejercicio.
_Ajaaaa… ¿Sin tenis y con esa ropa? _...síiii.
_¿Quién le cree? ¿Se le olvidó otra vez la cartera, verdad? _Sí.
_Ay compadrito, si será menso. ¿y por qué no me llamó? _Es que se me acabo la batería.
_Ya ve, por andar de metiche en el Facebook. _Y para acabarla se me metió la nieve a los zapatos.
_Y se ve que pisó varios charcos, ¡baboso! _No se burle, traigo mis deditos mojados y congelados.
_Pues ya váyase a cambiar a su casa. _Nooo, ¿qué le pasa?
_¿Por qué no? _Si me ve así mi vieja, me va a regañar.
_¿Cómo? _Me va a decir que si yo no lavo la ropa, que ensucio la alfombra, que dónde andaba, que me va a hacer daño, ... no ... mejor, me seco en el baño del Wal Mart.
_Eso sí, yo lo invitaría a mi casa, pero si ensucia la alfombra… _…¡ya sé, ya sé! usted también tiene una esposa.
_Me sorprende su agilidad mental. _No, lo que pasa es que el otro día que pasé por su casa, lo estaban regañando tan fuerte... ¡que hasta yo fui a limpiar mi casa!
_¡Pinche compadre!
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