¿Qué sucede cuando sucede lo impensable?
Asistí a un seminario de educación legal continua hace un par de semanas. Hubo algunos presentadores muy buenos y algunos temas muy buenos; pero uno me llamó la atención. Fue porque él compartió una historia muy personal acerca de la angustia y la confusión en su propia vida.
Cuando era niño, su familia sufrió un horrible accidente automovilístico. Murió su madre, padre y uno de sus hermanos. Era muy joven en ese momento, de unos 5 años. Su hermana menor, de unos 3 años en ese momento, también sobrevivió. Desafortunadamente, sus padres no tenían un plan patrimonial de ningún tipo. Por lo menos, él tenía familia tanto por el lado de su padre como el de su madre que podía cuidar de él y su hermana. El problema era que la familia no podía ponerse de acuerdo sobre quién sería el mejor para cuidar a los 2 niños sobrevivientes. Entonces, se abrió un caso judicial para permitir que un juez tomara esa decisión.
El juez colocó temporalmente a los niños con un grupo de abuelos, pero esto era sólo una colocación temporal que estaba sujeta a revisión cada 6 meses ó 1 año. Entonces, cada 6 meses ó 1 año, los niños eran llevados de vuelta a la corte para visitar al juez. El juez no los movió mucho, quedaron prácticamente con los mismos guardianes hasta que dejaron de ser menores de edad.
Sin embargo, debido a que nunca hubo una colocación permanente, ellos nunca sabían si se quedarían en la casa actual o si serían trasladados a una nueva casa. Afortunadamente, nunca fueron separados, tampoco. Sin embargo, el juez podría haber colocado a un niño con un tutor y al otro con uno diferente. Y, por supuesto, esta situación creó una ruptura entre las familias de los padres fallecidos.
No había “personas malas” en esta situación. El juez hizo lo mejor que pudo. Ambos lados de la familia querían cuidar a los niños y, presumiblemente, había varias buenas opciones para los cuidadores. Pero, los niños crecieron bajo una nube de incertidumbre, y las familias experimentaron la desagradable disputa de una batalla por la custodia que duró más de una década. Todo esto podría haberse evitado con los planes patrimoniales más básicos.
Por lo tanto, considere la historia de esta familia y pregúntese, “¿qué va a pasar si sucede lo impensable?”