Solidaridad étnica a través del béisbol
El Mes de la Herencia Hispana concluye esta semana, coincidiendo con la postemporada de la Liga Mayor de Béisbol. Localmente, como en otros lugares, octubre es una confluencia natural de la celebración de la cultura hispana y el béisbol. La conexión especial de Kansas City con ambos es real e histórica.
Esto se evidencia en celebraciones como el evento distintivo de la Biblioteca de Kansas City del pasado miércoles. El tema del programa abarrotado del 3 de octubre: un nuevo libro, Béisbol Mexicoamericano en Kansas City. Es una crónica del béisbol, la afinidad y la comunidad mexicoamericana. Los autores del libro cuidadosamente “resaltan los equipos y jugadores destacados en el área metropolitana de Kansas City y otras comunidades en el Estado del Girasol” de la década de 1920.
En su presentación, Gene Chávez, coautor y curador del Museo de Kansas City describió cómo el béisbol y el softbol de lanzamiento rápido se convirtieron en un catalizador unificador. Atrajo a mexicoamericanos de toda la región a jugar los juegos que amaban y que se convirtieron en “acontecimientos comunales con una atmósfera de fiesta”. Eso alimentó la camaradería, forjó la solidaridad étnica y fomentó el orgullo de la comunidad.
Un panel de discusión y preguntas y respuestas con Chávez y los panelistas, Rose Arroyo, Gilbert Castro, Mario Escobar y Richard Sauceda siguieron la presentación de Chávez. Como adolescente, Arroyo fue receptor campeón en la Liga de Parques y Recreación. Su madre, Mary “Pipes” Carpio Montes jugó como primera base y jardinera de las Lady Aztecas de Kansas City, 1938-1941.
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Castro jugó para las Águilas de Argentine y los Aztecas de Kansas City desde la década de 1950 hasta la de 1970. Escobar fue reclutado por los Bravos de Kansas City cuando llegó aquí en la década de 1960 y jugó hasta la década de 1980. Sauceda se unió a Águilas de Argentine, un equipo que sus tíos comenzaron después de la Segunda Guerra Mundial cuando fundaron el Puesto 213 de la Legión Americana, Nido de Águilas de Argentine.
“Un grupo de veteranos mexicanos fueron al Puesto 111, de la Legión Americana después de la guerra, pero se les dijo que no aceptaban a los mexicanos, así que se organizaron y obtuvieron una carta para formar su propio puesto en la Legión. El puesto 213 todavía está funcionando y hace mucho con el béisbol”.
Respondió preguntas sobre diversos hechos, equipos y jugadores mencionados en Béisbol Mexicoamericano en Kansas City, la dependencia de las industrias de principios del siglo XX de la mano de obra inmigrante mexicana, la tradición local de béisbol y la participación de Kansas City en el jugador pionero mexicoamericano de la Liga Mayor de Béisbol. Baldomero “Mel” Almada jugó para Kansas City Blues en 1934. El jardinero mexicano del Salón de la Fama del Béisbol fue el primer jugador de béisbol nacido en México en las Grandes Ligas.
La mala visión impidió que Chávez, Profesor de Orientación, jugara béisbol competitivo, así que canalizó su gran entusiasmo por el deporte y las dinámicas culturales que lo acompañaban a la escritura y la enseñanza.
“Llegué al libro con una pasión por la historia y contando las historias de los grupos étnicos y sus experiencias dentro de la macrocultura estadounidense”, refiere.
En 2016, curó una exposición en el Museo de Kansas City. Los Latinos y el Béisbol: En los Barrios y las Grandes Ligas es parte de un proyecto del Museo Nacional Smithsoniano de Historia Americana. El Museo KC se encuentra entre las 10 instituciones estadounidenses elegidas para asociarse en una iniciativa de recolección para Los Latinos y el Béisbol, una exhibición itinerante que el Smithsonian espera completar para 2020.
Chávez creó un documental en 2015 que explora la historia y el legado de las ligas de softbol de lanzamiento rápido de los mexicoamericanos en Kansas y Missouri. Basó la película de 30 minutos en historias orales de ex jugadores.
“Es muy relevante culturalmente. Cuenta las historias de mexicanos que vienen a las comunidades ferroviarias, industriales y agrícolas, y construyen vidas y solidaridad étnica a través del béisbol”, concluyó.