Oiga compadre…pesadillas (11 octubre 2018)
…¿usted ha tenido pesadillas? _Claro, ¿quién no?
_Y usted ¿por qué cree que tiene pesadillas? _Yo antes las tenía cuando cenaba mucho.
_¿Ah, sí? ¿pues que cenaba? _Nada más dos burritos, dos tortas, dos tamales y mi concha con leche.
_Con razón, ¿y ahora qué cena? _Sólo uno de cada cosa.
_Un burrito, una torta y un tamal. _No, un tamal de verde, uno rojo, uno de rajas con queso y mi concha con leche.
_¿Y eso no le provoca pesadillas? _No, la que me las provoca ahora es mi vieja que ronca como león.
_No sea gacho compadre, no diga eso. _No, pues es la verdad, hasta ella se despierta con sus ronquidos.
_Bueno y ¿cuál ha sido su peor pesadilla? _Que mis Chivas se vayan a segunda división.
_Ahí va con sus Chivas, ¿no sueña otra cosa? _¿Como qué?
_No sé, que se cae al vacío, o que se pierde en una cueva oscura. _...mmm... no.
_O por ejemplo, que lo persigue un demonio. _No, yo le tengo más miedo a los demonios vivos que a los muertos.
_Oiga, y cuando su vieja tiene pesadillas ¿qué hace? _La dejo que se despierte sola.
_¿Por qué? _Porque una vez que la desperté, me agarro a trancazos creyendo que yo era el demonio.
_No, pues con esa cara, a obscuras y medio dormida, no la culpo. _Ja, ja, ja, ¡muy chistoso!