Reconocen excepcionalidad de Jorge Soberón-Mainero
Un eminente científico de Kansas pertenece a algunos grupos de élite. Jorge Soberón-Mainero es una de las 31 personas en todo el mundo que ha recibido el primer Premio a los Mexicanos Distinguidos de México. Y en abril, fue elegido miembro honorario internacional de la Academia Americana de Artes y Ciencias.
El premio Mexicanos Distinguidos honra a los mexicanos por su excelente trabajo en sus respectivos campos. Los galardones fueron presentados a los homenajeados donde residen por los consulados mexicanos locales y los funcionarios diplomáticos en las 31 ciudades anfitrionas en 16 países diferentes.
Soberón aceptó el premio de manos del cónsul mexicano en Kansas City, Alfonso Navarro-Bernachi en una ceremonia pública el 27 de septiembre en la sede de KCP&L en el centro de Kansas City. Viendo a Soberón recibir el galardón —un certificado enmarcado y una medalla de plata especialmente acuñado— estuvieron su esposa, Aída Hernández, su hijo y su nuera, Jorge y April Soberón, familiares, amigos y colegas y funcionarios de la Universidad de Kansas.
Soberón es un destacado profesor universitario y científico senior del Instituto de Biodiversidad de la Universidad de Kansas. Su investigación sobre ecología ha avanzado el conocimiento general sobre especies biológicas a través de estadísticas y matemáticas, según informa el anuncio del Consulado de México en Kansas City.
En 2014, la universidad honró la posición de Soberón por sus “prolíficas actividades de investigación y enseñanza” con su más alto reconocimiento académico: Profesor Distinguido de la Universidad. Él ha escrito 152 artículos científicos en inglés y español; algunos han sido traducidos a otros idiomas. También ha publicado libros especializados, artículos reseñados por pares en revistas científicas, periódicos y en otras publicaciones no académicas.
Si bien reconoce que está “muy feliz y orgulloso” de ganar el premio Mexicanos Distinguidos, Soberón dice que pensó en muchos otros que lo merecen. Él apoya el premio y considera sus beneficios positivos.
“En México, las personas que se van son criticadas a menudo, y nunca es agradable”, dice. “Es muy bueno para un cambio que se les considere merecedores de algún tipo de reconocimiento. Y ésta es, nuevamente, una manera de afirmar que tantos mexicanos que viven en el extranjero contribuyen de manera positiva a los países donde viven, en contraste con algunas de las declaraciones que se ven en los periódicos ”.
Este fin de semana, Soberón estará en Cambridge, Massachusetts. Su familia estará con él cuando sea admitido en la Academia Americana de Artes y Ciencias.
“Estoy muy ansioso por eso”, dice.
Él se une a la generación 238 de la prestigiosa academia que “reúne a académicos, líderes, artistas e innovadores excepcionales y los atrae pare compartir conocimientos y abordar los desafíos que enfrenta la nación y el mundo”.
Entre las luminarias anteriores incorporadas a la Academia se encuentran Albert Einstein, Temple Grandin, el juez presidente Earl Warren, Margaret Atwood, Joseph Lister y más de 250 ganadores del Premio Nobel y del Premio Pulitzer, entre otros.
Existe un poco de discusión en el hogar de Soberón sobre dónde exhibir sus premios más recientes. Un muro en su casa está dedicado a premios, el suyo y los de su esposa y su difunto suegro, un “médico muy destacado en México”. Entre los certificados se encuentra un premio otorgado a Aída por dirigir un programa de reforestación en México a gran escala, comenta Soberón. Pro Natura México, la organización de conservación ambiental más grande del país, presentó el premio.
Los Mexicanos Distinguidos homenajeados representan una amplia gama de industrias y profesiones. Sus rangos incluyen arquitectos, artistas, ejecutivos de negocios, bailarines, ingenieros, empresarios, financieros, industriales, maestros grabadores y diseñadores de billetes, músicos, fotógrafos, médicos, psiquiatras, investigadores, científicos, maestros y escritores.
Los honores de Soberón son bien merecidos. Él nunca dirá que es el mejor, pero lo es. Ha trabajado muy duro para otras personas”, concluye Aída Hernández.
