Detención familiar
Aunque las noticias ya no cubren las historias sobre niños separados de sus padres, el hecho es que la Administración Trump continúa impidiendo que padres e hijos busquen seguridad en EE.UU.
La semana pasada, Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) anunció que en agosto aprehendió a 12,774 familias que llegaron. Vienen debido a la violencia transnacional de pandillas y la falta de protecciones en sus países de origen. Vienen a salvar las vidas de sus hijos. Muchos de ellos buscarán y, con suerte, conseguirán asilo porque califican bajo nuestras leyes actuales.
Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional está tratando de cambiar las reglas para permitir que estas familias sean detenidas, encarceladas a largo plazo, mientras se procesan las solicitudes de asilo. Ésta es sólo otra parte del muro invisible que la Administración Trump está construyendo.
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Es tan difícil para un abogado representar a un cliente detenido en una cárcel que está a cientos de millas de distancia; donde el cliente tiene acceso limitado a un teléfono para contactar al abogado, y los juicios se realizan por video. Es inhumano para los inmigrantes y costoso para los contribuyentes que pagan por la detención.
Imagina tener un hijo mortalmente enfermo yendo a la sala de emergencias, sólo para descubrir que tú y tu hijo serán ingresados en una celda hasta que la operación para salvar la vida se realice un año después de la fecha en que solicitaste ayuda. Ésa es la situación a la que a menudo se enfrentan estos padres: la desesperación por salvar sus vidas.
A pesar de todos los esfuerzos de este gobierno para disuadir a los solicitantes de asilo, muchos todavía vienen.
Tenemos la obligación, según el derecho internacional, de proporcionar a los solicitantes un procedimiento legal justo y equitativo. Nuestro gobierno debería poner fin a la detención familiar por completo y reformar nuestro sistema de tribunales de inmigración para que sea independiente de la oficina del Fiscal General. Tener las Cortes bajo el Departamento de Justicia significa que el “zorro está a cargo del gallinero”. Hay pocas posibilidades de equidad en un sistema donde el Fiscal General es el jefe de los Jueces de Inmigración, y él/ella le está diciendo a los jueces que nieguen estos casos, incluso antes de escuchar la evidencia.
La necesidad de una reforma no podría ser más urgente. Por favor, dile a las oficinas de tu Congreso que tú apoyas una reforma migratoria positiva y tribunales de inmigración independientes.