¿Sabes hablar?
La mayoría de los niños comienzan a balbucear a los cuatro meses de nacidos, saben decir unas 20 palabras al año y medio y a los dos años saben unas 50 palabras, suficientes para empezar a formar frases.
Por otro lado, se estima que se hablan en el mundo unos 7,000 idiomas.
Y, de acuerdo a un estudio de la científica americana Louann Brizendine, las mujeres dicen aproximadamente unas 20,000 palabras al día, y los hombres unas 7,000.
El lenguaje es una de las cosas que nos distingue del resto de los animales; y sin embargo, a veces parece que no supiéramos hablar.
Empezando en nuestra propia casa, si algo que dice o hace algún familiar, nos molesta o no estamos totalmente de acuerdo, muchas veces nos quedamos callados.
Si en la esquina de nuestra casa hay un semáforo que no funciona correctamente o tenemos una buena idea para que hubiera una mejor circulación, no lo decimos.
Si en el trabajo sabemos que algo está mal, o que podría mejorarse, preferimos no decir nada, pue ése no es nuestro papel.
Si nuestros gobernantes no están actuando bien o hacen cosas incorrectas, tampoco decimos nada.
No se trata de estar peleando y replicando por todo, pero, seguramente que muchos errores podrían evitarse y muchas cosas podrían mejorar si supiéramos hablar.
¿Cuántas veces hemos escuchado esto?: ¿Por qué no me habías dicho?; ¿Por qué no lo dijiste antes?; Si lo sabías, ¿por qué no hablaste?; Ya mejor no digas nada, es demasiado tarde.
Y ¿cuántas veces nos lamentamos diciendo ‘le hubiera dicho antes’?
La mayoría de las personas tenemos una bocota para decir cosas que no debemos o para meternos en lo que no nos importa; y lo que debemos de decir lo callamos por cobardía, falsa prudencia o inconsciencia del mal que estamos haciendo.
¡Hablemos! Si lo hacemos con calma, con afán de ayudar, sin ofender o criticar y usando las mejores palabras posibles y tratando de encontrar el mejor momento, todas nuestras relaciones interpersonales seguramente mejorarán. No esperes para decirlo, si es para bien… ¡habla!