Regreso a clases
- Eduardo Alvarado
- 13 ago 2018
- 2 Min. de lectura
Esta semana se da el regreso a clases en todos los distritos escolares de Kansas.
Para la mayoría de los alumnos, esto es motivo de emoción y alegría. Si bien se terminan las vacaciones, el regreso a la escuela implica también el reencuentro con los compañeros, las actividades escolares y el seguir avanzando académicamente.
Es, en esta parte, donde los papás debemos trabajar con los hijos, haciéndoles ver que cada año que asisten a la escuela y aprueban el ciclo, es un logro más que quedará para siempre; y no sólo eso, debemos insistir y convencer a nuestro hijos que deben ir a la universidad y terminar una carrera.
Para muchos jóvenes es más cómodo dejar de ir a la escuela y ponerse a trabajar, eso hace que terminen con la rutina escolar, los deberes, los exámenes, los horarios, etc. Y para algunos papás es también más cómodo, pues dejan de gastar en útiles, uniformes, transporte, etc. y ya no tienen que estar presionando a los hijos para que tengan buenas calificaciones y aprovechen el estar en la escuela.

Esto es un error pues quienes deciden no ir a la universidad, normalmente encuentran trabajo, compran coche y tienen dinero en la bolsa, pero esto muchas veces provoca que aceleren su vida, se casen, tengan hijos y se incorporen a la vida productiva demasiado jóvenes; mientras que los que deciden ir a la universidad, tienen una gran vivencia donde desarrollan habilidades con las que después rebasarán fácilmente a los que decidieron ya no estudiar.
Está comprobado que quienes asisten a la universidad ganan más dinero, son más creativos e innovadores, tienen mayor autoestima y seguridad en sí mismos, pues debido a la constante interacción con maestros, compañeros y compañías desarrollan mejores relaciones interpersonales y de comunicación.
Además, dado el avance de la tecnología, cada vez es más difícil adaptarse a los mejores trabajos sin un previo conocimiento, que sólo da el estudio.
Está claro que quienes obtienen grados universitarios reciben mejor trato y tienen mayor reconocimiento, pero no sólo eso, es un orgullo y una satisfacción personal que dura toda la vida.