Adolescente sobresaliente mantiene vivo el sueño de la familia
Diana y Javier Contreras inmigraron a Estados Unidos desde el municipio de Guadalupe Victoria en Durango, México. Ellos buscaban una vida mejor para los niños que planeaban tener.
“Querían que cumpliéramos nuestros sueños que ellos no pudieron alcanzar”, dice Javier Jr., el segundo de los seis hijos de la pareja.
Sus logros demuestran que él está aprovechando al máximo las oportunidades que la visión y el sacrificio de sus padres le abrieron. En agosto, va ir a la Universidad de Kansas con una beca completa para una carrera Pre-dental o en Negocios. El mes pasado, se graduó de Olathe North, donde practicó fútbol y lucha libre. Mientras estaba en la preparatoria, obtuvo 24 créditos universitarios. A mediados de año, su promedio de calificaciones era de 3.97. En febrero, ganó el campeonato estatal de lucha libre en la categoría de las 145 libras.
Javier Jr. es uno de los 275 estudiantes de último año de preparatoria de todo el país y el único de Kansas en ganar la beca Chick Evans de la Asociación de Golf de Occidente (WGA) este año. Los ganadores son elegidos de acuerdo con cuatro criterios de selección: un sólido historial como caddie de golf, nivel académico excelente, demostrar necesidad financiera y un carácter sobresaliente.
El valor estimado de la beca es de aproximadamente $100,000. Cubre alojamiento y matrícula por cuatro años. Los becarios de Evans pueden elegir entre 19 universidades con una casa de la beca Evans de WGA. Contreras es uno de los 10 estudiantes de primer año de becarios Evans que asisten a KU.
La WGA, con sede en Golf, Ill., ha apoyado el Programa de Becas Chick Evans desde 1930. Fue nombrada así por el fallecido campeón amateur de golf, Chick Evans, el primero en ganar el Abierto y el Amateur de EE.UU. en el mismo año.
Desde séptimo grado, Javier ha sido caddie en el Indian Hills Country Club en Mission Hills. En promedio, hace de caddie 16 horas a la semana durante el año escolar, de 24 a 30 durante las vacaciones de verano; y en éste está de tiempo completo. Su primer entrenador de lucha libre, John Cameron lo introdujo a este oficio.
“Él fue caddie en Indian Hills cuando tenía mi edad”, comenta Javier.
El caddie nacido en Denver, Colorado, sobresale fuera de la escuela, así como académica y atléticamente. Es un músico dedicado que toca varios instrumentos: guitarra, acordeón y bajo. Su género favorito es “la música de guitarra requinto”. Su entusiasmo por la música se refleja en su vida espiritual. Él está involucrado con el ministerio juvenil en su iglesia, Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual como instructor de música; y también ayuda con el coro de mujeres.
En algún momento, tendrá que decidir entre una carrera en negocios o en odontología.
“Sería un buen dentista y, siendo bilingüe, podría ayudar a mucha gente”, refiere.
Queriendo inspirar y motivar a sus cuatro hermanos menores, como lo hizo su hermano mayor, Armando con él, Javier llevó consigo a su hermano menor Jahir a una sesión de orientación en el campus de KU esta semana.
“Mi papá es mi modelo a seguir. Es un hombre muy trabajador; sacrifica mucho para mantener a su familia en un lugar saludable y nos ayuda a tener una buena relación con Dios”.
