Un amor sin el que nadie puede vivir
Hace poco tuve una sesión con una joven que dijo que un día antes de su primer aniversario de bodas, encontró varios mensajes íntimos entre su esposo y otra mujer en su teléfono celular. Llorando, la joven dijo: “Escribió que la echaba de menos y que quería volver a estar con ella”. Cuando le pidió una explicación a su marido, éste se enojó mucho y se negó a hablar con ella sobre eso. Ella me contó: “Él es el que se enoja por todo. Y no puedo sacar de mi mente lo que leí. Necesito un consejo sobre qué hacer”.
Cada vez que hablo con personas que están lidiando con problemas de relación con un cónyuge o pareja, siempre hago una pregunta muy importante. Así que le pregunté: “¿Lo amas?”
“¡Sí, lo amo!”, respondió.
“¿Es un amor sin el que no puedes vivir?”, la cuestioné. “Porque si eliges quedarte con un hombre que, después de menos de un año de matrimonio, se enoja contigo por los mensajes sexuales que le escribió a otra mujer, entonces la forma en que te sientes en este momento, con toda tu confusión, tristeza y soledad, es exactamente como se sentirá tu amor por él cada día que sigas estando con él”.
Entiendo que hay momentos en que amar a alguien puede traer sufrimiento. Las enfermedades, los accidentes y, por supuesto, la muerte pueden hacer que nuestro amor por alguien sea doloroso. Sin embargo, la sensación de que no puedes vivir sin una determinada persona no es amor. Por el contrario, un “No puedo vivir sin él” puede significar “No sé si puedo vivir sin el apoyo financiero” o “Tengo mucho miedo de estar solo” o “¿Qué pensaría la gente si supiera la verdad?” También podría significar “Los niños necesitan a sus padres juntos” o incluso “Si no puedo tenerla, nadie puede”.
Hay otros tipos de “amor”. Hay amor por obligación: “Estoy con ella porque es la madre de mis hijos”. Amor aterrorizado: “Dijo que se mataría si lo dejo”. Amor por costumbre: “La gente en mi familia no se divorcia”.
Si no estás satisfecho con tu trabajo, no lo quieres tanto. Si no estás contento con tu pareja, no la amas del todo. Si no estás contento con tu vida, no la quieres tanto. Simplemente estás tolerando tu trabajo. Aguantando a tu pareja. Sobrellevando tu vida.
Si crees que dar amor temeroso, amor solitario o por obligación, es de alguna manera noble en tu situación, entonces te desafío a que le digas a tu pareja las verdaderas razones por las que decides quedarte. Si crees que una conversación como ésta sería de alguna manera excesivamente conflictiva o incluso peligrosa, entonces tienes tu respuesta sobre qué tipo de amor tienes. Por otro lado, si después de esta conversación, por cualquier motivo, ambos deciden permanecer juntos, o no, y pueden tener una armonía razonable entre ambos, entonces ya sabes que no estás eligiendo el amor sufrido. Eliges el amor desinteresado, el único amor sin el que nadie puede vivir.
Madre Búho