Llegó el calor
- Eduardo Alvarado
- 31 may 2018
- 2 Min. de lectura
Después de un prolongado invierno y unos cuantos días templados, empezó la época de calor. Es el mejor tiempo para salir a pasear y hacer ejercicio al aire libre, pero también hay que tener mucho cuidado.
De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Desastres, más de 600 personas mueren al año debido al calor excesivo; y si bien esa cifra es sólo un tercio de las muertes a causa del frío, hay mucho que podemos hacer para reducirlas.
Para muchas personas resulta particularmente atractivo el salir a hacer ejercicio cuando hace mucho calor, pues sudan más y eso les hace pensar que se ejercitan más, y es verdad que se pierde más agua, pero ésta la recupera el organismo en cuanto la bebemos.
Es un error el pensar que se quema más grasa ejercitándose a pleno sol, lo cierto es que en general se quema más grasa haciendo ejercicio cuando hace más frío debido a la termogénesis (generación de calor), pues ésta quema más calorías que la propia sudoración.
Caminar, jugar, ejercitarse bajo los rayos del Sol está bien, pues también esto tiene sus beneficios, pero debemos cuidarnos y cuidar y alertar a las personas que se entrenan o trabajan a pleno Sol, pues a veces piensan que por estar “acostumbrados” o “en buena forma” a ellos no les va a pasar nada.

Las principales señales de alarma son: los dolores de cabeza, la fatiga, los calambres, vómito náusea y mareo o desmayo.
Las cosas que debemos hacer para protegernos del calor excesivo comienzan por “usar el sentido común”: evitar la exposición prolongada al sol, beber muchos líquidos (aunque no tengamos sed), evitar los cambios bruscos de temperaturas, no comer en exceso, proteger la piel con ropa adecuada y cremas protectoras.
Cuídate, disfruta de los días calurosos y aprovecha también para hacer actividades en interiores como natación, boliche o voleibol.