top of page

Reconociendo la resistencia

Hay algunas cosas básicas con las que ninguno de nosotros quiere lidiar. No queremos problemas; no queremos dolor; y no queremos el estrés que proviene de estos. Sentir el estrés de vivir bajo constantes problemas o dolor, ya sean emocionales o físicos, minará tu energía y desgastará tu mente y tu cuerpo. Esto se debe a que la presión que sientes en tu cuerpo al estresarte es real. Esta presión emocional y física que proviene del pensamiento negativo se llama resistencia.

La resistencia es como pisar con fuerza el acelerador de un auto con el pie derecho, mientras presionas el freno con el pie izquierdo. Cuando piensas que algo malo va a suceder, el motor de tu mente lleva tus pensamientos a todas partes, mientras simultáneamente presionas el acelerador y el freno sobre lo que debes, y lo que no, debes hacer. Esta corriente constante de pensamientos conflictivos te impulsa emocionalmente a luchar contra el problema o a escapar de él. A medida que tu cuerpo recibe estos pensamientos negativos, responde emocional y físicamente creando resistencia emocional y física. Y, al igual que con el carro, perderás el control.

Por ejemplo, supongamos que recibes noticias de tu patrón de que te han despedido de tu trabajo. Inmediatamente puedes sentirte temeroso, triste o molesto. La razón por la que te sientes así es porque en todo lo que puedes pensar es en todas las cosas malas que te van a pasar sin este empleo. Conforme sigues preocupándote por no poder pagar las cuentas o por lo que van a pensar tus amigos por tu despido, puedes comenzar a experimentar resistencia emocional en forma de ansiedad, depresión e incluso enojo. Esta resistencia emocional conduce a resistencia física cuando sientes que tu corazón se acelera por la mañana y que tu cuello duele por el estrés durante el día. Puedes tener momentos en los que todo lo que quiere hacer es huir y llorar... o luchar y culpar. Cuando alcances tu límite y no puedas resistir o retenerlo más tiempo, te quebrarás. Podrás gritar, llorar, arrojar, patear o golpear algo, u ofender e insultar.

Estamos experimentando resistencia cuando nuestros cuerpos están pesados ​​y no queremos salir de la cama por la mañana. Experimentamos resistencia cuando nos agitamos y nos ponemos nerviosos con la presión de sentir que no tenemos suficiente tiempo. Sentimos resistencia cuando nos sentimos juzgados e incomprendidos. La resistencia es la razón por la cual hay tanta intolerancia en el mundo. La resistencia es la razón por la cual las personas abusan del alcohol y toman drogas. Sin embargo, por alguna razón, aceptamos la resistencia emocional y física como una parte natural de la vida. Como si se supone que debiéramos sentirnos presionados, forzados, pesados, agitados, asustados y apresurados por nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestros cuerpos.

Ser de mente cerrada causa conflicto, juicio y estrés. Ser de mente cerrada crea resistencia emocional y física. Tener una mente abierta permite nuevas ideas y soluciones creativas. Tener una mente abierta crea flujo y evita la resistencia emocional y física. En mi próxima columna, explicaré cómo eliminar la resistencia y permitir que tu mente y cuerpo vayan y fluyan con las tensiones inevitables de la vida. Mientras tanto, respira profundo, suspira de alivio y deja que esa resistencia desaparezca. Madre Búho.

Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
Special Sections
Previous Editions
buy sell find advertise discount sales kansas city
bottom of page