¿Hablas o discutes?
“Se llama discusión a aquella conversación que se establece entre dos o más individuos y que se caracteriza principalmente por el intercambio de opiniones, puntos de vista, ideas y creencias acerca de un determinado tema”.
Discutir (no pelear, gritar o insultar), con otra persona, te da la oportunidad de exponer tus ideas y puntos de vista acerca de un determinado tema. Si das tiempo y escuchas a la otra persona sin interrupciones, y ésta a su vez te deja expresar lo que piensas (sin enojarse ni sacar conclusiones anticipadas), les permitirá a ambos saber el por qué piensan como piensan del tema en cuestión.
La diferencia entre hablar por hablar y discutir un tema, es que se establece una comunicación con el otro, no es sólo esperar a que termine de hablar para seguir con tu propia idea.
Las abuelas siempre recomiendan: “nunca discutas sobre religión o política, porque nunca vas a estar de acuerdo”.
Y es muy cierto, pero si hay una manera de conocer profundamente a una persona, es precisamente discutiendo sobre estos dos temas. Ahí conocerás sus raíces, su lógica, su inteligencia, así como sus odios y sus traumas.
Normalmente entre amigos se discuten muchos temas abiertamente y esto de alguna manera establece ese vínculo de conocimiento y afecto entre ellos. Y también, por razones como pena, miedo a malentendidos y falta de paciencia, normalmente, no es fácil discutir con la pareja como lo hacemos con los amigos.
Por esta razón es que muchas personas prefieren “nunca discutir” pero si bien esto evita muchos conflictos, el hacerlo de manera moderada, madura y sin prejuicios, ayuda mucho a aclarar cosas y poner en claro nuestro punto de vista.
Hay que tener cuidado, pues no es fácil encontrarte a alguien con quien puedas discutir; hay personas con las que definitivamente nunca debes discutir ningún tema, y quizá tú seas una de ellas.
