Más mala la cura que la enfermedad
Debido a las bajas temperaturas de la estación, estamos en plena época de gripa, catarro, tos y toda clase de enfermedades respiratorias.
Al sentirse enfermas, algunas personas van al médico, otras descansan y se toman un té de canela y muchas otras se automedican. Ya sea porque creen que es lo mismo que tuvieron la vez pasada o porque algún familiar o amigo se los sugirió, compran medicamentos o usan los que tienen en el botiquín de la casa.
Esto implica mucho riesgo pues se pueden estar tomando dosis equivocadas y esto puede provocar alguna intoxicación, reacciones secundarias adversas, etc.
También, si se toma un medicamento por un tiempo demasiado largo, se puede provocar una dependencia o adicción, u ocultar daños o procesos más graves e incluso resistencia a sus efectos.
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Uno más, es el tomar medicina caducada que no sólo no hace efecto, sino también puede provocar un daño. ¡Deshazte de ellas!
Automedicarse es una costumbre muy popular que ahora se ha incrementado debido a la influencia de los comerciales de fármacos en la radio y televisión.
Dos de los casos más comunes es el uso indebido de antibióticos y de analgésicos.
De acuerdo con la Organización Mundial de Salud: Tomar antibióticos innecesariamente debilita su capacidad para combatir infecciones cuando estos si son necesarios. Esto permite a las bacterias desarrollar resistencia.
Hay que recordar que cuando nos recetan una medicina es de acuerdo a los síntomas y a la situación específica del momento.
El caso de los analgésicos es más común, pues aparentan ser poco dañinos, pero miles de personas mueren cada año debido a sobredosis de ellos. Según un informe de la Fundación de Salud Pública (Trust American Health), en la mayoría de los estados de la Unión Americana, cada año mueren más personas por abuso de analgésicos que por accidentes de auto.
Por otro lado muchos recurren a la medicina alternativa, pero no debemos tampoco creer ciegamente en las medicinas naturistas puesto que “natural no significa necesariamente seguro”, y sobre todo nunca combinarlos son medicamentos prescritos.
Cuídate, consulta a tu médico y sobre todo, sé prudente en lo que tomas y das a tus hijos.