Iniciando el día
Se dice que debido a los excesos que cometemos el sábado y domingo, en cuanto a comer, tomar, dormir e incluso por hacer demasiado ejercicio, el lunes es considerado como un día particularmente difícil. Pero en esta temporada de invierno... todos los días son difíciles.
Debido a que amanece muy tarde, y a lo frío de las mañanas, no queremos salir de la cama.
Pareciera que todas las complicaciones se dan al inicio de año.
Hay que dejar la tibia cama, vestirse, salir al frío de la calle, subirse al carro helado y encaminarse rápidamente a la gasolinera más cercana por un café caliente, que para muchos es una rutina sin la cual es imposible empezar el día.
Por otro lado, debido al clima, disminuyen drásticamente los trabajos al aire libre, por lo que la economía empieza lenta y para desgracia traemos la carga económica de lo gastado en las pasadas fiestas. Y aún para quienes pueden o tienen que trabajar fuera, es complicado, pues hay que estar bien abrigados para no pescar una enfermedad respiratoria, muy frecuente en estas fechas.
Hay días en que debido a las bajas temperaturas, la ropa térmica, luego la de algodón y encima la chamarra, son las prendas mínimas necesarias para salir. Todo eso es ya bastante ropa, y si a eso le agregamos las libras de más que ganamos en las celebraciones, es por decir lo menos, incómodo, trabajar así.
Pero así son las cosas y si no te parece, tienes la alternativa republicana: “regrésate a tu agujero de porquería”, la demócrata: “tenemos que seguir luchando”, o la más popular entre los hispanos: “¿querías norte no?”
¡Animo!
