Lógica
Antes de proceder a temas más realistas y concretos, es hora de tratar por encima un tema que suena fácil y de sentido común pero en verdad no lo es: lógica. Empecemos con un ejemplo simple:
Liza es blanca
Las Mujeres son blancas
Entonces Liza es una mujer
¿Es esa una conclusión lógica? Algunos dirían que lo es, pero es precisamente por eso que la lógica no es tan directa como mucha gente pretende que lo es. Si, uno podría argumentar que Liza es en verdad una mujer, pero eso no tuvo nada que ver con conclusiones lógicas de las premisas que fueron dadas. Para ver por qué ese es el caso, tomemos otro ejemplo:
Los Mexicanos son buena gente
Los Estadounidenses son buena gente
Entonces los Mexicanos son Estadounidenses
La estructura en este ejemplo es idéntica al anterior, y eso demuestra que muchas cosas pueden calificar como “buena gente” o “blanco/a” sin necesariamente estar relacionadas. Aunque muchas gente con experiencia en lógica consideraría estos ejemplos como triviales, es al dominar estas bases que podemos con el tiempo confrontar asuntos más complicados y controversiales. Dado el enfoque principal de “Punto Existente” y el hecho de que hay muchos ejemplos simples en el internet que lectores puedes usar para repasar argumentos lógicos y su estructura, mejor enfoquémonos en el verbo “ser/estar” y la diferencia entre argumentos válidos y sólidos:
Clark Kent es Superman
Superman es Clark Kent Clark Kent y Superman son la misma persona
Cada persona tiene una personalidad Clark Kent y Superman tienen la misma personalidad
Claramente, gracias a las dos premisas (y la suposición de que podemos entender a ambos como “una persona”), la tercera línea es una conclusión válida. Pero cuando agregamos la tercera premisa sobre personas y personalidad, el asunto se convierte más complicado y la última conclusión es más ambigua. Algunos dirían que Superman es un lado o “personalidad” totalmente diferente que Clark Kent mientras que otros sostendrían que son la misma personalidad que actúa diferente en base al traje. Esto nos lleva a un problema entre persona y personalidad.
El cambiar nuestra personalidad ¿nos hace una persona diferente? ¿Pueden dos personas diferentes tener la misma personalidad? ¿Es una persona siempre “ella misma” (aún cuando tienen personalidades complejas) o podemos establecer diferentes personalidades basadas en diferentes comportamientos? Aunque estas parezcan preguntas demasiado triviales o filosóficas, estos asuntos están precisamente a la raíz de todo comportamiento humano al igual que de la manera en que percibimos y categorizamos personas como “gente” o gentes.