Vida eterna: Ayer, hoy y mañana

Juan 3:16 – “Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él, no perezca, sino que tenga vida eterna”.

Los niños en las clases de la escuela dominical en todo el mundo pueden recitar este versículo de la Biblia de memoria. La comprensión general de esta escritura es que a través de la muerte de Cristo, podemos recibir la vida eterna.

Vida Eterna. Ahora bien, esto no se trata sólo de la vida después de la muerte. Eterno significa sin fin. Y eterno significa el pasado, el presente y el futuro. El puro sacrificio de amor de Cristo como pago por nuestras ofensas fue hacer feliz cada parte de nuestra vida, no más adelante en algún momento futuro después de que hayamos muerto. ¡Eterno se trata de hoy!

Ahora para explicar la vida. ¿Cuántas personas en esta tierra pueden decir que son verdaderamente felices? La dura realidad es que muchos en este mundo deambulan por ahí miserables, atrapados en sus emociones de miedo, tristeza, culpa o ira. Después de escuchar a una persona que ha compartido sus sufrimientos conmigo, muchas veces todo lo que puedo decir es: “Eso no es vida. Estás deambulando muerto por dentro”. Dios quería que tuviéramos una vida abundante, que no falleciéramos en una muerte lenta. Una vida llena de paz y felicidad. Una vida de sabiduría y entendimiento. Recuerda que la mayor alegría en la vida es amar y ser amado. ¡La vida es acerca de tu alegría!

Entonces, ¿cómo obtendremos esta vida eterna de gozo ... una vida limpia de las miserias del pasado, llena de paz en el presente, e irradiando esperanza de cosas mayores? La respuesta a esta pregunta se encuentra en el versículo siguiente, Juan 3:17 – “Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para salvarlo por medio de él”.

Dios no envió a Cristo para condenarnos. Lo sabemos porque la vida de Cristo no fue sobre la condenación. Una vez más, Cristo era acerca del amor, la aceptación, la compasión y el perdón. Entonces, ¿por qué los cristianos y los no cristianos se condenan mutuamente, avergonzando a los que son diferentes de ellos cuando todos somos diferentes unos de otros? ¿Juzgando a aquellos que han cometido errores cuando todos hemos cometido errores? Es esta vergüenza y culpa lo que hace la vida en la tierra un infierno viviente. Hemos creado un mundo donde ofenderse y ofender a otros es alentado. Un mundo donde la gente camina ansiosa por lo que otros piensan de ellos. Además, debido a que no estamos conectados entre sí, las personas se vuelven más desesperadas cuando tienen que lidiar con dificultades reales ... problemas con enfermedades, el empleo, o los cobradores de deudas predominantes.

¿Sabes qué? La vida es la vida. Y sin importar cómo te veas o de dónde viniste, la vida es justa. ¿Por qué? Porque todo el mundo sufre.

Estate en paz con tus semejantes. Vive en armonía con la tierra y la naturaleza. Busca el orden en el caos y mantén la calma en la tormenta. Vive como Cristo y tendrás una vida como la de Cristo. Sé que esto es cierto porque yo vivo esta vida, una vida de fortaleza, alegría y amor por los demás, incluso en medio del sufrimiento natural. Éste es el Cielo adentro ... el primer paso para crear el Cielo en la Tierra.

Acaso… ¿No es esto lo que todos estamos buscando?