La Carretera Madre de América y su alcalde cumplen 90 Segunda de 2 partes
Ángel Delgadillo nació el 19 de abril de 1927 en la Ruta 66 en Seligman, donde creció y aún reside. En 1947, siguió la autopista a Pasadena, California, donde asistió a la escuela de peluquero, luego a Williams, Ariz., donde terminó su formación.
En 1950, abrió su propia peluquería en la Ruta 66 en el edificio que alguna vez fue propiedad de su difunto padre. Ángel Delgadillo, Sr., un inmigrante de Lagos de Moreno, Jalisco, México, tenía allí una peluquería y un salón de billar. Eso fue antes de que la carretera tuviera “su ahora famoso nombre”, informó Ángel.
Para sobrellevar la Gran Depresión, él y cinco de sus ocho hermanos, Augustine, Joe, Tony, Juan y Luz, junto con Ray Peña entretenían a la gente. La Orquesta Delgadillo tocaba música de grandes bandas en ciudades a lo largo de la Ruta 66; y tuvieron una impresionante carrera de 36 años.
“Tocamos en nuestro último baile público en un club de campo en 1976”, refirió.
La llegada del sistema federal de autopistas interestatales en 1956, eventualmente condujo a la desaparición de la Ruta 66. Fue desmantelada oficialmente en 1985 y sus letreros en forma de escudo en blanco y negro fueron retirados de lo que quedaba de la carretera original.
“El gobierno dijo al mundo que era el final de la Ruta 66”.
También significaba el final de Seligman, por donde pasaban autopistas interestatales.
“Ese pueblo murió el 22 de septiembre de 1978 aproximadamente a las 2:30 de la tarde y desapareció por 10 largos años después de que el gobierno construyera las autopistas”.
Pero él y su hermano Juan, que dirigían a un pequeño grupo, pero apasionado, se negaron a permitir que “la circunvalación de la autopista pasara por alto el corazón y el alma de América”. Ellos formaron la Asociación Histórica de la Ruta 66 de Arizona —la primera de esas asociaciones— y en nombre del segmento de Seligman, cabildearon exitosamente por la designación oficial como un Camino Histórico de Arizona, Sendero Escénico Nacional y una Carretera Tipo Americana.
Sus esfuerzos y los de otros en otros lugares finalmente condujeron al Programa de Preservación del Corredor de la Ruta 66, autorizado por el Congreso y administrado por el Servicio de Parques Nacionales. Hoy en día, los ocho estados en la Ruta 66 tienen asociaciones históricas de la Ruta 66.
“Seligman tiene la distinción de estar donde la Ruta 66 tuvo su renacimiento histórico”, alardeó Ángel.
En 1987, él y su esposa Vilma inauguraron la primera tienda de regalos Ruta 66 en el edificio donde tenía su barbería; y sigue siendo una empresa familiar. Las hijas de Ángel, Mirna y Clarissa “Lodi” y su marido, Mauricio operan la tienda de regalos/barbería/centro de visitantes/museo.
“Ahora hay 14 tiendas de regalos en Seligman en edificios alguna vez en decadencia, y nuestra pequeña comunidad de 550 personas está bien”.
Su negocio y comunidad atrae turistas internacionalmente.
“Tenemos gente que viene de todas partes del mundo, y la cosa más hermosa, todos ellos están tan felices y agradecidos. Parece que el mundo estaba esperando a que alguien diera un resurgimiento a la Ruta 66 para que pudieran viajar; y entienden que no fue el gobierno ni los políticos de alto poder. Fuimos nosotros, la gente, los que ayudamos a salvar un poco del América de ayer”, dijo.
Ángel ha sido honrado por el gobierno estatal, la Fundación Histórica de Arizona y otras asociaciones de la Ruta 66. Él y su familia figuran en una exposición del Museo Nacional de Historia Americana; y artículos de noticias sobre ellos han aparecido en la prensa y transmisiones en todo el mundo.
“He sido entrevistado por medios de prensa más de mil veces”.
El hombre también conocido como “El Padrino de la Ruta 66” da la bienvenida al mundo a Seligman y a cada oportunidad de promover la carretera llamada hogar por cuatro generaciones de Delgadillos.
“Estoy muy feliz. La ruta 66 es una parte muy importante de mí”.